
(...)
Que el polo norte se desprenda como el sombrero que saluda.
Que surja del continente que estamos aguardando desde hace tantos años,
aquí sentados detrás de las rejas del horizonte.
Que pase corriendo el asesino disparando balazos sin control
a sus perseguidores.
Que se sepa por qué nació aquella niña y no el niño prometido
por los sueños y anunciado tantas veces.
Que se vea el cadáver que bosteza y se estira debajo de la tierra.
Que se vea pasar el fantasma glorioso entre las arboledas del cielo.
Que de repente se detengan todos los ríos a una voz de mando.
Que el cielo cambie de lugar.
Que los mares se amontonen en una gran pirámide más alta
que todas las babeles soñadas por ambición.
Que sople un viento desesperado y apague las estrellas.
Que un dedo luminoso escriba una palabra en el cielo de la noche.
Que se derrumbe la casa de enfrente.
Para eso vivimos, puedes creerme, para esto vivimos y no
para otra cosa. Para esto tenemos voz y para esto tenemos una red en la voz.
Y para esto tenemos ese correr angustiado adentro de las venas y ese galope
de animal herido en el pecho.
Para esto enrojece la carne martirizada de las palabras y crece
el pensamiento regado por los ríos subterráneos.
Para esto el aullido del sobresalto heredado del abuelo más trágico.
(...)
Yo estoy aquí de pie ante vosotros
En nombre de una idota ley proclamadora
De la conservación de las especies
Inmunda ley
Villana ley arraigada a los sexos ingenuos.
Por esa ley primera trampa de la inconsciencia
El hombre se desgarra
Y se rompe en aullidos mortales por todos los poros de su tierra
Yo estoy aquí de pie ante vosotros
Se me caen las ansias al vacío se me caen al caos las blasfemias
Perro del infinito trotando entre astros muertos
Perro lamiendo estrellas y recueros de estrella
Perro lamiendo tumbas
Quiero la eternidad como una paloma en mis
manos
Todo ha de alejarse en la muerte esconderse en la muerte
Yo tú él nosotros vosotros ellos
Ayer hoy mañana
Pasto en las fauces del insaciable olvido
Pasto para la rumia eterna del caos incansable
Justicia, ¿qué has hecho de mí Vicente Huidobro?
Se me cae el dolor de la lengua y las alas marchitas.
Se me caen los dedos muertos uno a uno
¿Qué has hecho de mi voz cargada de pájaros
en el atardecer
La voz que me dolía como tarde?
Dadme el infinito como una flor para mis manos.
Seguir.
No. Basta ya.
Seguir cargado de mundos de países de ciudades
Muchedumbres y aullidos
Cubierto de climas hemisferios ideas recuerdos
Entre telarañas de sepulcros y planetas conscientes
Seguir del dolor al dolor del enigma al enigma
Del dolor de la piedra al dolor de la planta
Porque todo es dolor
Dolor de batalla y miedo de no ser
Lazos de dolor atan la tierra al cielo las aguas a
la tierra
Y los mundos galopan en órbitas de angustia
Pensando en la sorpresa
(…)
Liberación, ¡Oh! Si liberación de todo
De la propia memoria que nos posee
De las profundas vísceras que saben lo que saben
A causa de estas heridas que nos atan al fondo
Y nos quiebran los gritos de las alas
La magia y el ensueño liman los barrotes
La poesía llora en la punta del alma
Y acrece la inquietud mirando nuevos muros
Alzados de misterio en misterio
Entre minas de mixtificación que abren sus heridas
Con el ceremonial inagotable del alba conocida
Todo en vano
Dadme la llave de los sueños cerrados
Dadme la llave del naufragio
Dadme una certeza de raíces en el horizonte quieto
Un descubrimiento que no huya a cada paso
O dadme un bello naufragio verde
Un milagro que ilumine el fondo de nuestros mares íntimos
Como el barco que se hunde sin apagar sus luces
Liberado de este trágico silencio entonces
En mi propia tempestad
Desafiaré al vacío
Sacudiré la nada con blasfemias y gritos
Hasta que caiga un rayo de castigo ansiado
Trayendo a mis tinieblas el clima del paraíso.
(…)
Fragmentos extraído de
Altazor,Canto I.
Retrato de Huidobro realizado por P.Picasso